
Review: NMIXX – “AD MARE” (2022)
Si nos detenemos a pensar en algún debut MUY esperado, NMIXX es lo primero que se nos viene a la cabeza. Y es que la anticipación que creó JYP hacia su nuevo grupo de chicas no tiene precedentes. Sin ir más lejos, el año pasado la empresa comenzó la venta de las primeras preventas de este álbum completamente a ciegas: no se sabía absolutamente nada del grupo, ni de sus integrantes, ni de su concepto… nada.
El hype comenzó a justificarse con los meses. La liberación de diferentes covers e interpretaciones por parte de las integrantes comenzaron a levantar las expectativas: sin duda se trataba de chicas talentosas. Finalmente, estarían bajo el alero de JYP, cuyo fuerte suelen ser los grupos de chicas.

La espera terminó el pasado 22 de febrero, cuando el grupo hizo su debut oficial con “O.O”, una canción diferente de la que ya nos habíamos familiarizado en los teasers y que, extrañamente, fue abiertamente auspiciada por Coca Cola. Pero ese no es el centro de este review.
La respuesta del público al debut no fue tibia, al contrario, sin embargo, los comentarios mayoritarios distaron de ser positivos. Demasiado caótica, extraña y mal mezclada fueron sólo algunos de los epítetos que se leían en foros coreanos e internacionales. Es que, al parecer, el grupo no llenó las expectativas de buenas a primeras. De hecho, ha sido catalogada como una de las peores canciones del K-pop.
Pero ¿qué les parece que veamos el por qué tras las críticas? ¿Qué fue lo que no convenció a la audiencia? Para ello, analicemos las dos canciones del single álbum “AD MARE”, “TANK” y “O.O”.
Sobre “TANK”, creo que definitivamente debió ser el title track. Es una canción interesante, bien construida y la melodía de las voces es moderna y ligada a las raíces del rock a pesar de tener un beat electrónico en esencia pero creado con instrumentos orgánicos, una batería fuerte y un bajo con distorsión nada tímida.
De hecho, creo que la construcción y musicalización es súper arriesgada y tiene muy poco de pop, es más profundo de que eso. El jugueteo de los instrumentos, las voces de fondo, las armonías, todo crea un caos con orden, bien jugado.
El coro es entretenido, un pop oscuro, sin demasiado sentido, pero pegadizo. Lo malo, como la canción dura menos de tres minutos, puede volverse demasiado repetitivo por abusar del recurso en un período tan corto de tiempo.
Lily, en los adlibs y en el puente es sublime, la mejor joya que pudo reclutar JYP. Lily le da fuerza y consistencia a toda la performance con sus acrobacias vocales y su particular tono de voz, que no suele escucharse mucho en la industria.

Igualmente, recomiendo escuchar con buenos audífonos. Si lo haces con audio normal, no se alcanza a apreciar bien toda la magia del bajo que, honestamente, crea más del 80% de la atmósfera de la canción.
Ahora vamos con la conflictiva “O.O”. Para muchos fue un desastre, o quizás pudiésemos decir que no fue del agrado de todo el público. Es de esas canciones a las que, con benevolencia les das una segunda, tercera o hasta una cuarta oportunidad con tal de enganchar; o de esas que, lisa y llanamente, no quieres volver a oír.
Ambas opciones son viables, y les explicaré por qué mientras diseccionamos esta canción, descubriendo qué fue lo que no calzó.
Lo primero, el inicio. La entrada vocal de Jinni suena demasiado aguda, sin alinearse con el beat y, además, no va a tiempo. El primer impacto siempre es el que queda en la retina, es la invitación a seguir escuchando, y este recurso lo perdemos en los primeros segundos. En el segundo verso, que es algo más corto, sí se entra en el tiempo, pero porque no hacerlo hubiese sido un error imperdonable.
Musicalmente, mientras va avanzando, me recuerda mucho a los recursos musicales que utilizan las chicas de LOONA, como en la canción “Paint the Town”. La diferencia, la instrumentalización está con mucho volumen, y se nota que las vocalistas intentan modular con mucha fuerza para hacerle la competencia a ese instrumento de viento que suena en casi todo el track.

Esta canción, a diferencia de su contraparte “TANK”, está creada tras un computador casi en su totalidad, y podemos oír pocos tintes orgánicos, lo que la vuelve más pesada y repetitiva al oído considerando que este estilo lo hemos visto y escuchado una y otra vez en la industria actual. Después del primer coro, que no dice mucho, llega el primer golpe de confusión: la canción que escuchábamos ya no está, y ahora nos enfrentamos a un pop rock que no podíamos prever que nos esperaba a la vuelta de la esquina.
Creo que esta es por lejos la mejor parte de la canción, porque es la que posee más coherencia, la que tiene más fiato, los instrumentos suenan impecablemente y también me parece que este concepto les queda mejor. Finalmente, son adolescentes y tienen increíbles voces, ese talento se puede utilizar para cimentar otros lineamientos en la industria, sin caer en los formatos repetitivos de siempre. Es un poco lo que está haciendo SOMI o lo que incluso nos muestra Rosé en solitario y STAYC. Darle una sutil vuelta de tuerca a lo que ofrece el K-pop actual.

Esta segunda parte suena como una banda, es un sonido más compuesto y hace más sentido. Hay un aire de rebeldía en la vocalización que queda perfecto junto a ese riff de guitarra. La nota alta de Lily da el paso, nuevamente, al primer ritmo. Sin embargo, esta vez el cambio está mejor difuminado y hace menos ruido que el primer switch up, así que el impacto y/o molestia no se da por garantizada.
En conclusión, creo que si la primera parte hubiese estado mejor pensada y construida, los cambios de ritmo no sonarían tan forzados considerando que hacia la segunda mitad del track, a pesar de la drástica vuelta musical, sí se logra mayor coherencia. Nuevamente, recomiendo definitivamente escucharla por sí sola, sin el vídeo musical que corta aún más la continuidad de la canción.
Y a ti, ¿Qué te pareció este debut?